jueves, 12 de julio de 2012

La vergüenza como catalizador del cambio


Admito con verguenza que CorrupediA atraviesa una crisis. Se debe al cansancio, desánimo y desesperanza por el panorama nacional. Es la suma de muchas muchas cosas, tal vez la consecuencia normal, humana de leer tantas malas noticias y de sentirse solo.

Uno de los sucesos que empezaron esta grieta, fue el caso de los estudiantes de la "mejor" universidad de este país que terminaron confirmándose como asesinos de un compañero. Me pregunto entonces, si estos son los jóvenes mejor educados de este país, qué clase de barbaridades podemos esperar del resto que escasamente puede estudiar?. No quiero generalizar pero no dejo de preguntarme en manos de quien está el futuro de esta "nación".

Lo que vino luego, lo que nunca se ha ido es el dolor por la guerra. Esa de la que los Bogotanos no nos enteramos pero que se come a nuestra población más humilde, más desprotegida y más ignorante. La violencia y la guerra se han oficializado, se convirtieron en un ingrediente esencial en la lucha "por el país". Luego de tantas vidas entendiendo lo mismo, la peor violencia es morir de hambre y eso pasaba en Colombia antes de la guerrilla, el narcotráfico y los paramilitares. Hace poco vi un documental de una ONG hablando de mujeres colombianas que huyen a Ecuador sin un papel en la mano y son captadas por mafias de prostitución que les prometen simple comida. Busqué referencias en la prensa nacional y de eso poco. De todo ese sufrimiento oculto, latente y sangrante se dice muy poco en Colombia, no vayan a interrumpir nuestra ya complicada rutina diaria.

Entremedias, todos los casos de corrupción que le plantean a uno inquietudes muy profundas sobre el egoismo, la maldad y la ambición humana. Que estremesen el alma y esclarecen crudamente lo que el dinero y el afán de status pueden hacer al ser humano.Luego uno alza la vista y ve que en menor escala la mayoría somos iguales, todos queremos tener el mejor carro, el apartamento más grande... todo nuestro ego se edifica en lo que tenemos, sobre cuantas personas mandamos, cómo nos vemos y cuanto ganamos. Todos los colombianos en el fondo sufrimos del síndrome de narcotraficante frustrado.

El último golpe, el que me puso de rodillas: La reforma a la justicia. Es la confirmación más cruda de la pobredumbre de la clase política colombiana. Qué sentido tiene luchar por un país que no se respeta?, Un país en el que cada cual va por lo suyo, por su propio beneficio. Un país sin líderes honestos, carismáticos y con vocación de trabajo por el pueblo?, Un país en el que sus ciudadanos son robados, estafados, asesinados y maltratados diariamente y la única respuesta por su parte es una risa nerviosa, un madrazo, un chiste, rezar, agachar la cabeza o seguir trabajando.

Señores este proyecto lo hemos desarrollado en nuestro tiempo libre, sin financiación . Lo que hemos gastado ha salido de nuestro bolsillo y tampoco hemos querido convertirlo en un negocio, no queremos ningún crédito, no teníamos ninguna motivación distinta a mejorar el país... es un proyecto que pensamos podía ser de todos. Ahora, luego de 2 años, creo que no funcionó como lo esperábamos, hemos entendido que sin una Catarsis de valores generalizada que despierte la generosidad, la piedad y el autorespeto en los colombianos, esto no tiene sentido. No vamos a renunciar, CorrupediA seguirá en línea pero seguramente enfocaremos nuestros esfuerzos a otro proyecto, seguramente orientado a la educación.

Agradecemos a todos su apoyo, ha sido lo que nos ha mantenido hasta ahora, algunas veces hay que ser crítico, avergonzarse y volver a empezar. A los que alguna vez criticaron tan fuertemente el proyecto, lo de siempre: siempre fueron bienvenidos a modificar las fichas. El problema es que no somos una comunidad... podremos considerarnos un país?

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