Antes de hablar de sus dos océanos, de sus montañas, de su biodiversidad y de su clima me gustaría intentar describir la Colombia que yo descubrí en el extranjero, la que solo vi cuando no viví en ella.
Cuando uno vive en Colombia está inmerso en una ignorancia feliz. Es una especie de optimismo inocente que visto desde fuera sin duda es patético y hasta enternecedor. Allí uno se enfrenta a todo, estudia, trabaja, trabaja y trabaja y nunca se cuestiona si es normal tanto esfuerzo para aspirar a la mediocridad de la clase media alta. Lo hicieron nuestros abuelos, lo hicieron nuestros padres, lo tendré que hacer yo. Allá uno aprende a buscarse la vida, a competir, a ser emprendedor, a ser "avizpado" y cuando las cosas no salen bien, simplemente es porque no convenían... y entonces la gente buena decide rezar y los que no lo son, pasan por quien sea y como sea para conseguir lo que quieren...
Allá se crece con la pobreza en la cara, con niños negros de suciedad durmiendo en las calles. Pidiendo en las esquinas, robando, oliendo pegamento para soportar. Y lo ves tan seguido que meditas poco sobre el tema. Nunca te preguntas si es normal o justo vivir así. Esas personas son "loquitos"... si te conmueven les das limosma, es lo único que puedes hacer. Tu también estás luchando.
Y con todo esto, somos felices. Reimos sin parar, vemos telenovelas, vamos de fiesta y seguimos inconcientes perpetuando nuestra ignorancia y nuestro sometimiento. Luego un día, si las cosas te fueron bien sales al extranjero a estudiar. Eso si!, con la cabeza muy alta. Todo irá bien. Crees que los colombianos somos conocidos por nuestra alegría, nuestras mujeres y por el café. Rápidamente descubres que somos conocidos por violentos, narcotraficantes, secuestradores, tramposos y tercermundistas. Y bueno, dependiendo de qué tan sedado estuvieras en Colombia, discutirás más o menos intentando explicarle a esos extraños que tu país es hermoso, con problemas pero hermoso. Que la gente allí es buena pese a que el indice de secuestros es el más alto del mundo y el de violencia ni hablar. Cada día intentas elaborar mejores argumentos para defender el nombre de tu país, que es el de tu familia y el tuyo, pero resulta agotador y un día pasas. Silencio. Entiendes que todo lo que dicen en parte es verdad y no puedes tapar el sol con un dedo.
Así pasa el tiempo y tu cambias, empiezas a abrir los ojos, empiezas a viajar y a ver paisajes hermosos, gente feliz, conoces la justicia, el orden, la honestidad y la igualdad... y empiezas a entender lo equivocado que estábas en Colombia, lo mal que viven algunos y lo egoista que somos al no luchar a favor del futuro de los que no tienen.... (y aclaro, no hablo de dar limosna ni de unirnos a ONGs!)
Te encuentras en el dilema de volver e intentar explicarle a millones de alienados la verdad o huir para siempre de ese "paraíso" sombrío y confundirte con otros ciudadanos del mundo. Pedir otra nacionalidad?. Yo me niego pero es una opción que respeto. Yo solo sigo preguntándome por qué?. Hasta cuando ser colombiano va a implicar llevar el sello de indeseable...o es que nadie ha reflexionado sobre que nos pidan visa en casi todos los países del mundo?. Por qué muchos en vez de viajar por placer viajan porque están amenazados o porque en su propio país no tienen para comer?.Cuándo vamos a convertir Colombia en el paraíso que todos vemos pero que la mayoría no vive...Cuándo vamos a sentir el dolor de los demás como nuestro?
Y viendo lo que pasa en África pienso cuando le llegará la hora a América... cuando dejaremos de rezar para actuar, cuando dejaremos de ver telenovelas para leer, cuándo nos revelaremos ante nuestro políticos, cuándo exigiremos con severidad RESPETO por la vida de cada colombiano, rico, pobre, blanco, indígena, negro... cuándo querremos de verdad a Colombia y podremos decir sin escuchar réplica de nadie: mi país es el país más feliz del mundo.
